Exile On Main St., la joya de Los Stones
Exile on Main St., décimo álbum británico de estudio y duodécimo estadounidense de la Los Rolling Stones, fue lanzado el 12 de mayo de 1972 por Rolling Stones Records.
Tras el lanzamiento de Sticky Fingers, Los Rolling Stones abandonaron Inglaterra como recomendación de su asesor financiero, Rupert Loewenstein.
Les sugirió se exiliaran fiscalmente antes del inicio del siguiente año fiscal.
La banda se había enterado, a pesar de tener la seguridad de que se habían hecho cargo de sus impuestos, de que no habían pagado durante siete años y debían una buena cantidad al gobierno del Reino Unido.
Fue así que los Stones se marcharon al sur de Francia, donde Keith Richards alquiló la Villa Nellcôte y subarrendó habitaciones a los miembros de la banda y a su séquito.
Usando el Rolling Stones Mobile Studio, llevaron a cabo sesiones de grabación en el sótano de la villa.
Completaron así las pistas, junto con material de 1969 grabado en los Sunset Studios en Los Ángeles, para su excelente y prime álbum doble Exile on Main St., el cual fue lanzado en mayo de 1972 y alcanzó el número uno tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido.
Exile es ahora aceptado entre sus 25 álbumes de estudio, como uno de los mejores.
Detalles que hicieron de Exile On Main St. la joya de los Stones
Exile on Main St. o Tropical Desease
Los Rolling Stones grabaron gran parte de ‘Exile‘ en el sótano de Nellcôte, lugar que tenía infinidad de habitaciones y cubículos creaban un sonido nebuloso y turbio.
Durante las sesiones de verano, subía la temperatura y la humedad se concentraba ahí abajo, provocando que las guitarras se desafinaran constantemente.
Fue entonces cuando el álbum obtuvo su título provisional: ‘Tropical Disease‘, ‘Enfermedad tropical‘.
Ventilator Blues
«Ventilator Blues» es el único tema en el que se da crédito en la composición a Jagger / Richards / Taylor dentro del catálogo de los Stones.
Aunque el guitarrista Mick Taylor afirma que hizo contribuciones significativas a otras melodías.
La letra hace referencia al sótano mal ventilado de Nellcôte, que vio muchas sesiones con torsos desnudos y pies descalzos.
¡Ponla en la radio para ver cómo suena!
Mientras terminaban de grabar y mezclar ‘Exile‘ en Los Ángeles, los Stones entregaron una cinta demo con el track de «All Down the Line» a una estación de radio local para que la reprodujera en un momento determinado.
De esa manera, Jagger y sus amigos podían escuchar cómo sonaba la pista en el estéreo del auto. ¡Rolón!
Exile on Main St., de una mierda al mejor del mundo
El músico y escritor norteamericano Bill Janovitz llamó a ‘Exile‘ «el disco de rock & roll más grande y conmovedor jamás realizado», porque, dijo, «destila a la perfección quizás todos los elementos esenciales del rock & roll hasta 1971, si no más allá».
Y añadió que se distingue de otros álbumes rivales de los Beatles o de Pet Sounds, que son más bien «brillantes grabaciones del pop».
En respuesta al álbum, Richards dijo: «Cuando [Exile] salió no se vendió particularmente bien al principio, y también fue muy criticado. Pero en pocos años, quienes habían hecho las críticas diciendo que era una mierda, lo ensalzaban como el mejor maldito álbum del mundo».
La libertad de Los Stones había llegado
Richards habría dicho entonces: «Exile fue un álbum doble.
«Y debido a eso, llegas a diferentes áreas, incluida ‘D for Down’, y los Stones realmente nos sentimos como exiliados».
«No empezamos con la intención de hacer un álbum doble; simplemente fuimos al sur de Francia para hacer un álbum y cuando terminamos dijimos: ‘Queremos sacarlo todo’.
“El caso es que los Stones habíamos llegado a un punto en el que ya no teníamos que hacer lo que nos decían.
«Cuando Andrew Oldham (productor y ex-manager de los Stones) nos dejó, habíamos cumplido nuestro tiempo, las cosas estaban cambiando y yo ya no estaba interesado en hacer número uno en las listas de éxitos cada rato.
«Lo que quería hacer es una buena mierda, si es buena, la tendremos por un rato en el camino».
En el calor a menudo intenso del sótano húmedo, el grupo luchó por comenzar.
Los músicos instalaron sus instrumentos en habitaciones contiguas, y Bill Wyman tuvo que tocar su bajo en un espacio mientras sus amplificadores estaban en un pasillo.
La comunicación básica también era un problema, ya que Jimmy Miller tenía que correr continuamente desde el estudio móvil al sótano para entregar sus instrucciones.
Mick y Bianca
Luego, unas semanas después, Mick Jagger anunció que se casaría con Bianca Pérez, una modelo nicaragüense, en la cercana St. Tropez.
La prensa internacional y un puñado de las estrellas del pop más famosas del mundo acudieron en avión para la ceremonia de una boda muy pública.
Cuando Jagger y su novia partieron de luna de miel, las celebraciones continuaron durante una semana en Villa Nellcôte.
Drugs, drugs, drugs…
La música que hicieron los Stones en Nellcôte reflejó esas tensiones, así como la sensación de exilio e incertidumbre que pesaba sobre el grupo, y la continua invasión de la heroína en las vidas de Keith Richards y la modelo Anita Pallenberg, y en las vidas de algunos de los que ahí vivieron.
Recientemente, Richards protestó diciendo que no era el único consumidor de drogas del grupo:
«En ese momento, Mick se metía de todo. Charlie tomaba brandy como un hijo de puta. La menor de nuestras preocupaciones era lo que ingeríamos. Este tipo de preguntas [sobre las drogas] se basan en lo que vino unos años después…».
Sin embargo, en octubre, el consumo de heroína parece haber sido una constante en la vida de Richards y Pallenberg:
«Entré a la sala de estar un día y este tipo tenía una gran bolsa de heroína», recuerda Pallenberg, «y todo se desintegró».
Quizás fue revelador que cuando Richards se compró una lancha rápida, la llamó Mandrax.
La heroína traía consigo los habituales problemas de oferta y demanda, y el habitual séquito de personajes turbios y criminales, tanto locales como de la cercana Marsella.
Malas amistades
Villa Nellcôte fue una casa tan abierta que, un día de septiembre, ladrones salieron por la puerta principal con nueve guitarras de Richards, el sax de Bobby Keys y el bajo de Bill Wyman a plena luz del día mientras ellos miraban la tele en la sala de estar. «Así de suelto y estúpido era ahí fuera“, dice Wyman.
Se dice que el crimen fue cometido por comerciantes de Marsella a quienes Richards debía dinero.
Los acontecimientos nocturnos en Nellcôte también estaban comenzando a atraer la atención de la población local y de la fuerza policial, que cada vez se hacía más sospechosa:
«La música estaba muy alta, muy, muy alta”, recuerda Pallenberg, a veces iba a Villefranche durante el día y allí se podía escuchar la música. Y duraba toda la noche».
Cualquiera que sea la verdad del rumor sobre Pallenberg alentando a la hija adolescente del chef residente a probar la heroína, la policía finalmente allanó a Nellcôte.
En 1973, tanto ella como Richards fueron acusados de posesión de heroína e intento de tráfico.
El veredicto de culpabilidad prohibió a Richards entrar a Francia durante dos años, y por lo tanto, los Stones no pudieron tocar allí.
Se acabó la fiesta
Cuando el verano se convirtió en otoño, la gente empezó a alejarse de Nellcôte y en noviembre de 1971 Richards y Pallenberg siguieron su ejemplo.
El álbum finalmente se terminó en los estudios Sunset Sound en Los Ángeles.
En el documental Stones in Exile, Jagger revela que algunas de las letras fueron escritas en el último minuto.
Entre ellas el primer sencillo, ‘Tumbling Dice‘, que fue compuesto «después de que me senté con el ama de llaves y hablamos sobre el juego».
Las palabras de otra canción de juego, la frenética ‘Casino Boogie‘, fueron creadas por Jagger y Richards en el modo cut-up que hizo famoso William Burroughs, lo que desmiente la noción de que la frase sobre «besar el coño en Cannes» se refiere a un episodio de la notoriamente promiscua vida sexual de Jagger.
Jagger también negó recientemente que ‘Soul Survivor‘ tratara sobre su relación con Keith Richards durante la realización de Exile . En él, canta la línea, «Vas a ser mi muerte».
En algunos lugares, Exile on Main St suena, de la mejor manera posible, como un álbum hecho por un grupo de borrachos y adictos que de alguna manera estaban encendiendo todos los motores.
Las contribuciones en Exile on Main St.
Los vientos de Jim Price y Bobby Keys son una parte integral del sonido sucio, al igual que el piano de Nicky Hopkins.
Canciones como la galopante apertura de ‘Rocks Off‘, seguramente sobre los efectos de un golpe de heroína, y ‘All Down the Line‘ son desordenadamente poderosas, con voces que se desvanecen y desenfocan mientras la banda arma una tormenta debajo.
‘Tumbling Dice‘ presenta uno de los mayores cambios de marcha de apertura en el rock’n’roll y una arrogancia que lleva todo por delante.
De alguna manera, el álbum doble, arropado en la portada de Robert Frank en forma de hoja de contactos, es una especie de canto de cisne de Keith Richards.
Una explosión final de energía en rock’n’roll antes de caer en una prolongada adicción a la heroína que a menudo lo haría parecer – y sonar- desconectado del resto del grupo durante los shows en vivo.
Después de Exile , Jagger llevó el peso y a pesar de algunos grandes momentos en álbumes posteriores, incluidos Goat’s Head Soup y Black and Blue, los Stones nunca sonarían tan sexys, tan estridentes y abandonados, tan bajos y tan sucios.
También tenía el tipo de instinto de supervivencia que el grupo utilizaba cuando las cosas se ponían difíciles.
Los Stones realmente nos sentíamos como exiliados, éramos nosotros contra el mundo, ¡así que, vete a la mierda! Esa era la actitud…
Keith Richards