Morrissey, el eterno depre de la canción
Steven Morrissey, el cantante y compositor inglés, ex frontman de la legendaria banda de The Smiths, nació el 22 de mayo de 1959.
Ampliamente considerado como un importante innovador en la escena musical independiente, también ha atraído la atención de los medios por su defensa del vegetarianismo y los derechos de los animales.
Pero sin duda la mayor característica de Morrissey ha sido su depresión desde temprana edad.
En entrevista con Larry King en 2015, Morrissey reveló que tomó antidepresivos por primera vez cuando tenía 17 años y habría recibido desde entonces terapia de forma intermitente.
Para mí, las cosas nunca mejoran, lo he tenido durante muchos años. Me refiero a eso como el ‘perro negro‘… no desaparece, por lo general, es lo primero que ocurre cuando te despiertas, no hay cura y creo que es parte de vivir como un ser humano, sensible y abierto…
Morrissey a Larry King
Finalmente, Moz, como también es conocido Morrissey, aunque no disfruta que así lo llamen, confesó que nunca ha intentado suicidarse a pesar de que no toma medicamentos.
Morrissey dice haber pasado por todo y medicarse para él no tiene sentido, especialmente porque aún aquellas personas que se asumen como felices también piensan en el suicidio…
Finalmente Morrissey explota su melancolía y tribulación en las letras de sus canciones.
Por eso recopilamos 5 de algunas de las más depresivas de su catálogo a continuación:
I Wont Share You
Morrissey escribió I Won’t Share You sobre su relación con Johnny Marr, fue el final más elegante para una gran carrera musical.
I won’t share you
With the drive and ambition
The zeal I feel, this is my time…
How Soon is Now
Sobre este tema, Melody Maker escribió:
«Morrissey y compañía han vuelto a profundizar en el tesoro de los sesenta y han producido un poder visceral capaz de soplar el polvo de la inercia de los ochenta.
La majestuosa soltura de la melancólica voz de Morrissey está teñida de vitriolo, mientras se mueven a través de paisajes de miseria con quejumbrosos gira en espiral alrededor del pulso de la guitarra trémolo de Johnny Marr.
Los acordes apagados de la cuerda evocan signos nostálgicos que unen el cisma entre el sentimentalismo grosero y el desprendimiento insensible.
Cada frase repetida intensifica las ondas hipnóticas, con resultados que rebasan cualquier cosa desde ‘This Charming Man’.
La catarsis rara vez había teñido de tanto pesar y compartido con tanta pureza cristalina».
¿Algo más qué decir?
Bigmouth Strikes Again
Una de las obras de arte de The Smiths, verbigracia de Morrissey y Marr, la perfecta combinación de la guitarra rítmica y una voz que en mid-tempo dispara y aliena a su amigo en el proceso, y ahora, como él dice, no tiene «derecho a ocupar su lugar en la raza humana».
Poética aceptación de auto rechazo.
Todos hemos tenido momentos en los que dijimos algo que no queríamos por enojo, o porque no nos dimos cuenta de cuánto dolería, y esta canción encapsula ese sentimiento a la perfección.
«Dulzura, solo estaba bromeando», y luego viene el arrepentimiento, y como decimos en México:
«El hocicón ataca de nuevo, y no tengo derecho a ocupar mi lugar en la raza humana».
What Difference Does It Make?
Otro majestuoso tema en el que la línea línea musical y la lírica se saludan desde diferentes niveles.
Y una vez más surge un amor no correspondido donde Morrissey describe lo miserable que es este sentimiento.
Sin embargo le confiesa:
«Pero aun así saltaría frente a una bala voladora por ti».
Heaven Knows I’m Miserable Now
¿Qué otro título podría ser más… eso, miserable?
Pero ese sentimiento traspasa la realidad, porque si bien se entiende que alguien en un momento de desamor externe su auto conmiseracion en una frase como:
«Dos amantes abrazados pasan a mi lado / Y el cielo sabe lo desgraciado que soy ahora»
Pero que más lacerante e innecesario puede ser el siguiente fraseo, que solo busca la autocompasión de una depresivo crónico, cuando dice:
«Estaba buscando un trabajo y encontré un trabajo / Y el cielo sabe lo desgraciado que soy ahora».
Situación que incluso en la Gran Bretaña de Thatcher, donde el desempleo, especialmente entre los jóvenes seguía en aumento, le trajo severas críticas, pero a él le satisfizo…
Todos los diarios me tratan como una figura peligrosa y eso me agrada. Al menos eso significa que soy una persona fuerte y que no soy como Andrew Ridgely…
Morrissey
La esencia de Steven Morrissey es esta, la melancolía, el down, la depresión,.
El ser humano ha encontrado en la música un estímulo para reencontrarse con sus emociones más simples y positivas.
La música no solo ha sido desde siempre un acompañante amable de las personas, sino en un catalizador de estados de ánimos positivos y un medio para diluir la ansiedad y la tristeza.
Y mientras algunos expertos recomiendan la música para salir de estados depresivos y de ansiedad en ciertos individuos, Morrissey se monta en su macho y abraza su depresión para construir su música y ser el creador literario que todos conocemos.
Cada quien con sus emociones. Por lo pronto él así se siente pleno.