Taylor Hawkins, el baterista de Foo Fighters, ha muerto a la edad de 50 años.
La noticia del trágico fallecimiento de Hawkins fue anunciada por Foo Fighters el viernes por la noche.
La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro amado Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre. Nuestros corazones están con su esposa, hijos y familia, y pedimos que su privacidad sea tratada con el máximo respeto en este momento inimaginablemente difícil”
Foo Fighters en un comunicado
Según Los Angeles Times, Hawkins fue encontrado muerto en su habitación de hotel en Bogotá, Colombia, el viernes, a unas horas de la presentación de la banda en el Festival Estéreo.
En lugar de la actuación, se colocaron velas en el escenario para honrar a Hawkins.
No se informó el motivo del deceso de Taylor Hawkins
La causa de la muerte no fue revelada de inmediato.
The Associated Press informó que el centro de emergencias de Bogotá recibió una llamada de un paciente con «dolor en el pecho».
Los trabajadores de la salud intentaron reanimarlo, pero no lograron hacerlo.
Hawkins fue miembro de Foo Fighters desde 1997
Fue reclutado por su líder Dave Grohl para reemplazar al baterista original de la banda, William Goldsmith, justo cuando la banda se preparaba para lanzar su segundo álbum, The Color and the Shape.
Hawkins apareció en todos los álbumes de estudio de Foo Fighters desde There Is Nothing Left to Lose, de 1999 hasta su último LP, Medicine at Midnight de 2021.
Antes de unirse a Foo Fighters, Hawkins era baterista de la banda de gira de Alanis Morissette.
También encabezó proyectos paralelos, incluida la banda de covers Chevy Metal, The Birds of Satan y Taylor Hawkins and the Coattail Riders.
Hawkins cumplió con la gran tarea
En Foo Fighters, Hawkins tuvo la enorme tarea de sustituir al líder de la banda, considerado durante mucho tiempo uno de los mejores bateristas del rock.
Sin embargo, Hawkins no solo sobresalió en el puesto, sino que se convirtió en un segundo portavoz de la banda, con un ingenio encantador y un sentido del humor que encajaba perfectamente con la enorme personalidad de Grohl.
El carisma y el talento de Hawkins se manifestaban durante los épicos shows en vivo de Foo Fighters, donde a menudo era requerido al centro del escenario para cantar canciones como «Somebody to Love» de Queen.
Para Grohl, es un duro golpe, quien por segunda ocasión sufre la trágica pérdida de un miembro de la banda que compone, tal como le sucedió con la muerte de Kurt Cobain en Nirvana en 1994.
Descanse en paz Taylor Hawkins.